miércoles, 26 de febrero de 2014

EL ORDEN DEL DIA

Te espero
al otro lado de la ciudad,
en la casa de tus sueños
y mis sueños,
con la impaciencia
de un recién enamorado
que desgasta los relojes
de mirarlos.
Te espero,
bajo la fría tarde de diciembre,
para extender mi calor
sobre tu cuerpo
y fundirnos perpetuamente
hasta el día de mañana.

Pero me llamas,
para saber que tal estoy,
para decir que te ha llamado
no sé qué director,
de no sé cuál revista,
que estarás reunida,
que llegarás tarde,
alterando mis planes
Y el orden del día.

domingo, 23 de febrero de 2014

FIDELIDAD

Podría contemplarte desnuda siempre.
Minuto tras minuto, hora tras hora,
eternamente;
sin bruma, sin cansancio, sin aburrimiento,
como se contemplan las ciudades bellas y desconocidas,
calle tras calle,
perdido y desorientado
entre las líneas de los mapas y tu cuerpo.

Sin duda,
podría cumplir de nuevo,
contigo,
los años, los sueños adolescentes, el deseo;
aquel sentimiento efímero que una vez cumplido
nos deja insatisfechos,
como el sexo, a veces,
como la vida, casi siempre.

Y sí, es cierto que podría rellenar mis soledades
con la insensata cadencia de tus piernas,
amanecer extasiado por el gozo anhelante de tu cuerpo,
vida tras vida,
como quien bebe un refresco
sin prisa, sin culpa, sin aliento.

Podría salir a oscuras cada noche, en silencio
cargado entonces,
inútilmente,
de odios, de rencores, de secretos.
Ser infeliz, en suma,
con la mujer que quiero.

jueves, 20 de febrero de 2014

MUDANZA

La tarde cae sobre los libros.
Arde inútil
sobre las sillas y las mesas.
Se adormece, lenta
sobre los parques.
Bosteza sobre las grúas,
que desde mi ventana,
recortan el horizonte.

Suman nueve.

Son las cruces de un exilio
a una ciudad ya condenada,
aun no construida,
una ciudad que no conozco
y que no habitas.

Son los besos como las ciudades,
levantadas sobre sólidos cimientos
con promesas de eternidad,
pero la eternidad
no dura para siempre,
y sobre los cimientos
ya caídos,
vendrán otros edificios,
otras ciudades.
Lo dice la Historia.
Vendrán otros hombres
a tus labios,
otros besos,
sobre los besos construidos
anteriormente, por mí.

miércoles, 19 de febrero de 2014

EL FOTÓGRAFO

A Raúl Pascual.

Nunca me han gustado las fotografías.
Son ese espeso abanico de recuerdos
que aparecen siempre de repente,
tras el humo áspero de la nostalgia.

Son la constatación más empírica
de que irremediablemente nos hacemos viejos,
esa forma instantánea de parar el tiempo,
para llevarlo con los años a la luz de la memoria.

Es cierto que las fotos nunca mienten
pero siempre finge aquel que posa.
No recuerdo que hubiese sido
aquella mujer feliz conmigo.

Pero no te preocupes, buen amigo,
no te culpo por aquello cuanto haces,
siempre me abandono, cuando escondes 
el halo azul de tu mirada
tras el burdo objetivo de la cámara
para escribir con tus ojos poesía.