jueves, 20 de febrero de 2014

MUDANZA

La tarde cae sobre los libros.
Arde inútil
sobre las sillas y las mesas.
Se adormece, lenta
sobre los parques.
Bosteza sobre las grúas,
que desde mi ventana,
recortan el horizonte.

Suman nueve.

Son las cruces de un exilio
a una ciudad ya condenada,
aun no construida,
una ciudad que no conozco
y que no habitas.

Son los besos como las ciudades,
levantadas sobre sólidos cimientos
con promesas de eternidad,
pero la eternidad
no dura para siempre,
y sobre los cimientos
ya caídos,
vendrán otros edificios,
otras ciudades.
Lo dice la Historia.
Vendrán otros hombres
a tus labios,
otros besos,
sobre los besos construidos
anteriormente, por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario